lunes, 17 de junio de 2013

SUEÑA. (Para ti, pequeña)

Sueña.

Es la única ley básica. SUEÑA.

Los sueños son la base de nuestra existencia, lo único que vale la pena. Cada vez que alguien le pide un deseo a una estrella fugaz sueña con un imposible, pero ¿qué valor tendría ese deseo si no hubiese nadie que luchase por que se hiciese realidad? Y esos son los sueños: imposibles que deseas con todas tus fuerzas.

Soñar es algo bello, incluso mágico y justo después viene un compromiso. Es una especie de contrato que firmas con esa estrella, ella te dará la magia para que pueda hacerse realidad pero tú tendrás que poner de tu parte luchando por él. Ahí es donde comienza el contrato, después del suspiro de haber pedido un deseo y está firmado con una tinta más fuerte que la sangre, está firmada con la estela que deja aquella ilusión.


Yo soñé una vez, no hace mucho. Fue la primera vez que viajé a España cuando mi hermana de otros padres me dijo: “Mira al cielo, ¿ves esa estrella? Ahí es donde están las personas que más queremos. Cuando estés triste mira al cielo y recuerda que yo estaré mirando el mismo.” Aquello fue lo que hice cuando tuve que volver a aquel desierto sin sus sonrisas y caricias.

Yo era su princesa, la de todos. Llegué a un lugar que decían que cada día estaba peor y yo no podía verlo más bello. Ellos me acogieron con los brazos abiertos, con unas sonrisas de felicidad al verme que igualaban a aquel amigo mío que había bajado su intensidad al ir hacia el norte.

Me quisieron desde el primer día hasta el último y nunca me pidieron nada a cambio. Me  dieron tantas cosas y, sin embargo, sus abrazos a la hora de dormir era lo que más gustaban. Ella me decía “que duermas bien princesa, que sueñes con los angelitos” y se quedaba conmigo hasta que me quedaba dormida. Ella siempre fue mi reina.

No recuerdo la cantidad de horas que pude pasar en aquella piscina y cuánto llegué a añorarlo todo cuando me tuve que ir. Recuerdo cómo intentaban contener las lágrimas sin demasiado éxito y cómo yo deseaba quedarme a su lado. Pero nos tenían que volver a separar, volvería a verles al año siguiente, pero aquellos días serían demasiado largos sin sus abrazos y sus caricias.

¡Cuánto amor se respiraba por aquellas calles de Sevilla! Qué bien visto estaba amar en vez de pelear. Todo era tan verde, tan bello, tan lleno de vida que daba hasta miedo mirarlo. Era esperanza en un futuro lo que sentía. Recuerdo cuando fuimos al mar la primera vez, aquello tan grande me causó un pavor inigualable mientras que ellos desde la gran masa de agua que se extendía ante mí me decían “Ven Gania, vamos a bañarnos”. Aquella vez preferí quedarme en la orilla, era demasiado para la primera vez.

Allá donde fuera, todo el mundo me quería incluso sin conocerme. Era una sensación incomparable, yo llenaba un vacío en sus vidas y ellas me lo devolvían con tanto amor.


Ahí fue cuando soñé, soñé con que no me iría nunca, que me querrían tanto que no me dejarían marchar, pero aquellas normas tan estrictas no permitían que me quedara tanto tiempo. Me pusieron unas gafas que al principio me resultaron un poco molestas pero se veía tan diferente a como yo estaba acostumbrada que mereció la pena acostumbrarse. Juraría que con esas gafas lo veía todo, absolutamente todo, incluso lo que sus ojos decían cuando me miraban y el amor que me mandaban cuando ya estábamos a grandes distancias.

LLUVIA. Ensayo en verso.

Me dices que mire el azul del cielo,
Y yo me dedico a admirarlo.
Lo observo como si no hubiese mañana
Y me quedo deslumbrada por su aura.

Me tumbo en la fresca hierba
Y a las nubes les doy vueltas,
Juego como una niña pequeña
Mientras pienso que jamás he visto cosa más bella.

Pero esto es sólo la calma que precede a la tempestad
Y mi querido cielo perfecto se empieza a nublar.
Tú dices que no lo puedes remediar

Y yo, que pensé que nunca se iría, empiezo a llorar.

LLUVIA. Ensayo en prosa.

Empezó a llover, y las gotas de lluvia se mezclaron con mis lágrimas. Volvía a estar sin paraguas, nunca estaba preparada para la lluvia.

Nadie sabía mejor que yo que el cielo no se mantendría siempre perfecto, pero siempre pensaba que cubrirme para protegerme era una forma de simular que no llovía. Pero sí, sí que llovía, llovía como nunca había llovido antes, era la semana más lluviosa que había visto. Odiaba la lluvia, me encantaría que el cielo fuese siempre azul, pero no, tenía que llover. Maldito hombre del tiempo, dijo que no llovería y yo le creí otra vez. Ya no volvería a ver el tiempo porque no acertaban nunca, o eso es lo que pensaba siempre. La última vez pensé lo mismo y aunque me llevé unos días sin verlo, pasó el fin de semana y volví a verlo como siempre.

Me estaba fallando, no sabía por qué no era capaz de acostumbrarme si siempre lo hacía.
Entonces eché a correr, dejé de mirar atrás y aunque seguía sintiendo la lluvia sobre mi piel intenté protegerme de la única forma que sabía.

RUINA

Que alguien me salve de esta rutina que se ha convertido mi vida, aunque mas que rutina es ruina peor que las que quedaron en Roma. Una demoledora realidad aplasta mis sueños sin dejar paso a unos nuevos, no hay sorpresa, no hay deseo, ya no hay nada, solo ruina y rutina.

Ya no me despierto por las mañanas con ilusión, aunque el insomnio siga siendo un fiel aliado. No duermo, no sueño y tampoco pienso. Sólo existo, sin más, sin remedio posible ni cura de esta vida.

Mi mente se dedica a crear ilusiones y paranoias para sentir algo, aunque sólo sienta dolor será mejor que nada. Insensible, como si fuera un ser inerte, como si ya no fuese, ni si quiera existiese. Nada, sólo vivo en una rutina constante de la que no consigo salir con vida, dejando en mí sólo ruina.

Así me has dejado, rutinaria y sin vida, no soy más que una simple ruina.

domingo, 7 de agosto de 2011

El jardín, el jardinero y la rosa.

Jardín tan grande,
jardín tan bello,
que sueño fuera siempre
del artista jardinero.
Jardinero que trabaja
con pasión y devoción,
jardinero que en ese jardín
cumplió su ilusión.
De repente un día se enamoró
de la obra de arte que él creó,
era una pequeña rosa;
dulce y hermosa;
que de él se encandiló.
Era una rosa juguetona,
simple y picarona
que el amó
y siempre cuidó.

No se quiso separar
y procedió a cortar,
pensando que con él
siempre la podría llevar.
La rosa un tiempo duró
hasta que sus pétalos tiró
y como todo al final
la triste rosa, murió.

Triste jardinero,
que por codicia y amor
a su compañera
un día mató.
Consuelo no encontró
ni obras de arte creó
y con la amarga agonía
un día desapareció.

Sombras

Aquella dulce sombra se acercó,
y con un baile me emocionó,
mas mil palabras oír yo quería
pero no entendía que era lo que me decía.

Una suave música me llegó
y no fui capaz de decir un no.
Mientras que en aquel dulce vals me decía
que ahora y siempre me querría.

Como dos sombras sumidas
en la más profunda oscuridad perdida,
con el dulce frío arropadas
mientras una noche oscura de Febrero pasaba.

Pequeña locura

Pequeña locura by Las caricias de Morfeo
Pequeña locura, a photo by Las caricias de Morfeo on Flickr.
Ni más ni menos que lo más bonito de mi casa.

Ella


El secreto de la magia.


Era delicada, frágil, elegante.
Era un diente de león danzando con el viento,
era un copo de nieve lanzándose desde el cielo,
era una hoja deslizándose por el aire.
Era una copa llena de champagne que acompañaba al amanecer,
era un jazmín que se abriría con el tiempo,
era un collar de perlas que se deslizaba por su cuello,
era mil y una historias que harían enternecer.
Era la gracia dibujada en su figura,
era su risa un deleite para los oídos,
era ella; la inteligencia entrelazada con la hermosura.
Era una magia que no venía en los estudios,
era la más pura elegancia sin censura,
era un sueño en futuro convertido.

martes, 29 de marzo de 2011

Sin ti.

El otro día pensé ¿qué pasaría si no te volviese a ver? Al principio me da por pensar, bueno no creo que mi vida cambiase mucho, todo seguiría su curso natural pero me pongo a reflexionar y me doy cuenta que mi vida no puede ser igual sin esa persona que me da la fuerza necesaria para levantarme.
Hay muchas sonrisas en el mundo pero sólo hay una que hace que mi mundo se ilumine cuando la veo, porque la sonrisa más bonita del mundo no me provoca la misma sensación que tú me provocas.
Así que después de todo me he dado cuenta de que mi vida, sin ti, perdería todo el sentido pues eres tú el que me la ordena y me la desordena. Y quiero que sigas aquí, enseñándome la perfección cada día y dándome esa luz que ilumina cada hora de mi vida.

miércoles, 16 de marzo de 2011

[16.03.2011]

Quererte es algo que comprendo,
y que hoy no supone ningún reto
porque mil formas tengo de hacerlo.

Pero ¿amar?,
amar sólo sé de una manera,
tan pura y tan sincera
que ni el mismo diablo quisiera.

en cambio odiarte es algo que va con mi naturaleza,
es la base de mi existencia,
pero cuando te miro no sé cómo puedo odiarte,
si tan sólo necesito amarte.

Te amaría toda una vida,
pero el tiempo no es mi guía.
Te odiaría por mil razones,
pero siempre gana corazones.

Una línea tan fina nos separa
que el tiempo ya se calla;
un mundo tan especial nos espera,
que no hay razones por las que no te quiera.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Llamadas.

Tengo un teléfono en cada mano esperando a que llames, ¿lo peor? Sé que no llamarás. Nunca lo has hecho y sé más que de sobra que no vas a empezar ahora. Tenía muchas esperanzas, demasiadas, todo iba genial ¿qué ha pasado? No lo sé, sólo tengo una angustia por dentro, me quiero morir pero sé que antes quiero escuchar tu voz. Sé que no puede ser sana esta dependencia que tengo hacia ti y también sé que nunca llegarás a saber lo que realmente siento porque como tú dijiste es imposible.

Sé que es imposible, lo sé hace mucho tiempo pero aun así seguía esperando algo. Me gustaría saber cómo pienso y saber por qué después de tanto tiempo sigo esperando algo. ¿Estaré loca? Probablemente, pero ¿qué más da?

Hoy no me llames, lo he pensado mejor y sé que si me llamas lo siguiente que haré será morir. Me gustaría no necesitarte y ser lo suficientemente inteligente para poder vivir mi vida sin ti.

Me acabas de llamar, quería cogértelo lo deseaba tanto, pero no he sido capaz. Me da miedo y no sé el qué. Tengo un miedo irracional ¿a la muerte? No, es una buena aliada. ¿A ti? Sí, con toda mi alma, miedo a perderte y a no volver a escuchar tu voz. Mientras escribo esto estoy deseando llamarte y probablemente lo haga. Sí, ahora lo estoy haciendo ¿por qué? Supongo que quiero pensar que es porque me has llamado pero la verdad es que necesito volver a oírte.

Gracias, lo necesitaba.

martes, 15 de febrero de 2011

Saber.

Hoy sé que no hay vida si es sin ti,
hoy sé que te odio y tú a mí,
hoy sé que hay algo que nos une,
hoy sé que el silencio es un arma inmune.

Ayer creí saber lo que era el amor,
ayer creía saber lo que había en mi corazón.
Ayer creí saber lo que era el dolor,
ayer creía saber lo que nunca nos unió.

Algún día sabré si con el paso del invierno te fuiste,
algún día sabré si en algún tiempo me quisiste,
algún día sabré que nunca nos tuvimos,
algún día sabré que lo siempre sentimos.

miércoles, 26 de enero de 2011

El marinero del corazón.

Un corazón,
lleno de ilusión.
Un marinero,
perdido en el tiempo.
Una sonrisa,
lanzada al viento
sin una verdadera explicación.

Porque un amor,
sincero y duradero
no tiene por qué ser el verdadero,
sino más bien, el que un día te robó el corazón
y lo llenó de ilusión,
que se lo llevó tu marinero
y se perdió en el tiempo.

Y cantar y saltar,
por una simple posibilidad,
por una oportunidad.
Para coger el tren,
que te hace sentir tan bien.
Y meterte en un vagón
perdiéndote en el tiempo
con aquel marinero
que te robó el corazón.

Una predicción de futuro.

El barco se había perdido
y nunca se supo qué había sucedido,
unos dicen que fue un asalto,
otros cuentan relatos.
Yo sólo sé que en el mar que tengo por dentro,
ya no soplará más el viento,
porque un barco se hundió
y llevaba algo muy valioso en su interior,
llevaba un marinero,
que no fue capaz de decir "te quiero",
porque un barco enemigo,
que fingió ser amigo,
se lo llevó
y brecha a brecha se hundió.

Y llorando en mi habitación,
me pregunto por qué se tuvo que llevar mi corazón.

Amargo pasado.

Te llevaste mucho tiempo atrapado,
perdido, aislado y asustado.
Mas hoy ya te he encontrado
y después de tanto tiempo
hoy te he recuperado.

Todos los días he soñado
con que algo hubiera cambiado
y hoy que todo ha girado,
anhelo ese dulce pasado,
para nunca haber soñado.

La libertad te está gustando,
o como tú dices estás picoteando
y mientras agarras mi brazo
como siempre, estás soñando,
pero ya no piensas en el amargo pasado.


Sueñas tus canciones,
vives tus letras,
juegas con mis versos,
piensas en tus metas.
No dudas en tu vida,
trabajas tu sonrisa
y este gran día,
a tu mirada, vuelve la alegría.

Un día gris.

Hoy el día está gris
porque un día te perdí;
y jugaron con tu corazón,
sin ninguna compasión.

Pero hoy, día veinte,
aprenderás a dejar volar tu mente,
a desear con pasión,
lo que te diga tu corazón,
a no pensar en caprichos,
y no decir ya te lo he dicho,
a no entregar tu corazón
a la 1ª que pase por tu habitación,
a saber que nadie es tu dueño
sino que tienes que vivir un sueño,
a ser un poco optimista
y no llorar por una egoísta,
porque nunca tuviste su corazón
y siempre jugó con tu ilusión.

Sentimientos reflejados en la naturaleza.

Como dos almas,
en la oscuridad perdidas.
Como dos flores,
que con el tiempo se marchitan.
Como dos cauces,
que en el río terminan.
Como dos peces,
que no recuerdan su vida.
Como un amor adolescente,
tan dulce e inocente.
Como una niña,
que jugando se caía.
Como tu sonrisa,
cuando estaba junto a la mía.
Como dos personas,
que por amarse morían.
Como en aquel día,
así yo me sentía.

martes, 25 de enero de 2011

Cuentos e historias.

Algunas dudas llegan
y sin respuesta se encuentran,
porque un niño que se perdió,
nunca quiso ser mayor,
y una dama,
que quería ser su amada
cuando de él se despidió,
su zapato perdió.

Todos su cuento quisieron vivir,
mientras que yo sólo quería reír.
Y cuanto más feliz me quise sentir,
más me tocó sufrir.

Y no quiero parecer excéntrica,
ni tampoco egocéntrica,
pero yo también me quiero alegrar,
y mi cuento acabar,
y para ello no debo llorar,
porque es más fácil sufrir,
que intentar ser feliz.

Mentiras.

Ya no doy vueltas,
ya no me das miedo,
ya no me importas,
porque te odio.

Eres egoísta,
eres engreída
y nunca te podré perdonar,
que consiguieras hacerle llorar,
porque tú, niña estúpida
has apagado su mirada,
has acabado con la alegría de su vida
y todo era una cruel mentira.

Siempre contigo.

Un día entenderás,
que ella nunca te amó de verdad.
Todo lo que había era desconfianza
y mentiras de una gran bocaza.
Jugó con tu amor
y nunca te pidió perdón.
Pero hoy no te preocupes,
hoy descansa dormido
y guarda el corazón que un día dejé escondido.
Hoy sueña con tu felicidad
y no pienses en la realidad.
Hoy no juegues a ser el héroe
y piensa en un mundo más alegre.

Hoy duerme tranquilo,
que cuando despiertes
yo ahí estaré,
siempre, contigo.

Invisible Children

Kony-2012_stop-at-nothing
Han actuado 0 personas
Nos faltan 0 apoyos

Apúntate ahora

Tu nombre
Tu apellido
Tu correo-e
Cód. Postal